Un security token es una representación digital de un activo del mundo real, como acciones de una empresa, un bono o un lingote de oro. Que esté tokenizado significa que se emite en blockchain y que representa una propiedad, una participación en las ganancias o derechos de accionistas y que está sujeto a protección legal. Si bien la propiedad de los activos físicos se administra a través de un broker o una plataforma de emisión, cuando hablamos de security tokens los inversores cualificados pueden negociar libremente la compra-venta de activos digitales en cualquier parte del mundo, lo que resulta en un acceso a la propiedad mucho más fácil y simplificado.
Los security tokens pueden ofrecer cumplimiento regulatorio interjurisdiccional automatizado, procesos optimizados de compensación y liquidación, registro legal y otras partes de una transacción regulada, todo en un libro de cuentas blockchain global inmutable, transparente y seguro. También puede facilitar la gestión de tablas de capitalización, las notificaciones a los accionistas, las votaciones, la distribución de dividendos y las auditorías.
A estas ventajas se añade la capacidad para las empresas de acceder a nuevas formas de capitalización, tanto a través de Security Token Offerings (STOs) como a través del uso de activos financieros tokenizados como garantía para acceder a financiación crediticia.
Token City es el puente definitivo hacia a la economía tokenizada (tEconomy), en la que las empresas tokenizadas (tEnterprises) crean sus mercados de cripto activos (tMarkets), abiertos a inversores globales (tCitizens).