Un contrato inteligente o (smart contract) es la codificación de un contrato en una blockchain. El concepto de contrato inteligente solía referirse a un acuerdo digital a prueba de manipulaciones y que podía saber cosas sobre el mundo exterior.
Podía obtener verificación sobre eventos ocurridos fuera de la blockchain, podía determinar si algo sucedió (o no) y podía llegar a una conclusión y activar pagos o realizar otras acciones.
Sin embargo, este concepto de contrato inteligente era muy difícil de implantar. Mantenerlo a prueba de manipulaciones al mismo tiempo que podía “saber” cosas sobre el mundo exterior no era sencillo. Un contrato inteligente capaz de operar más allá de los límites de blockchain no parecía realmente factible, pero ¿por qué? Para entenderlo, veamos los tres elementos involucrados en la ecuación:
El código sobre blockchain es el contrato en sí. Establece las condiciones bajo las cuales, digamos, se realiza el pago de una póliza o se desembolsa el monto total de un acuerdo. El contrato inteligente es muy eficaz creando transparencia sobre cuáles son las condiciones del contrato, obtener valor de las claves privadas de la cadena y también es muy bueno para distribuir el valor a otras claves privadas.
La parte fuera de la blockchain empieza cuando el contrato inteligente interactúa con el mundo exterior, pero fuera de la cadena de bloques los eventos no son tan verificables y seguros. El reto consiste en que si una cadena de bloques se conecta a una API (un dispositivo de software de amplia difusión a través del cual las empresas se conectan entre sí) para recopilar la información necesaria en el cumplimiento de un contrato, ya no existe la seguridad de que los datos no hayan sido manipulados o incluso de que los datos sean realmente ciertos.
Por último, la liberación de valor determinado por el contrato puede tener lugar dentro o fuera de la cadena de blockchains. Esto supone que las blockchains conectarán directamente con entidades financieras, procesadores de pagos y otros tipos de empresas e instituciones.
Dado que lo que los desarrolladores pueden controlar fácilmente es el contrato codificado, el concepto de contrato inteligente se ha quedado en la codificación de un contrato sobre blockchain. Esto elimina la capacidad de saber cosas sobre el mundo y elimina parcialmente la liberación de valor a través de pagos u otra acción. Es sólo código en la blockchain.
Sin embargo, si los contratos inteligentes pueden interactuar con el mundo exterior, entonces el potencial de cambio y automatización es gigantesco. Si los actores en un espacio económico acuerdan cuáles son las fuentes legítimas de datos relevantes para su actividad económica, y si están de acuerdo con las reglas que determinan cuándo los datos de esas fuentes representan la verdad, entonces pueden acordar contratos inteligentes que interactúen con esas fuentes de información y determinen si un evento relevante para el acuerdo ha ocurrido o no, y luego desencadenar una acción resultante, a menudo un pago o alguna otra forma de valor.
Smart contracts híbridos
Para volver a esta definición más amplia de contratos inteligentes, la comunidad está desarrollando las herramientas criptográficas para que los contratos inteligentes interactúen con el mundo exterior, solo que ahora se denominan contratos inteligentes híbridos, es decir, contratos que operan a la vez sobre la blockchain y fuera de ella. Los contratos híbridos se comunican con el mundo exterior a través de redes descentralizadas conocidas como mecanismos de oráculo o redes de oráculos descentralizados.
Este es un tipo diferente de sistema descentralizado con un objetivo diferente al de las blockchains. Una cadena de bloques genera seguridad y garantía en las transacciones registradas en sus bloques. Sus datos son inviolables precisamente porque se limitan a tokens y claves privadas.
Por el contrario, lo que hace un oráculo es lograr consenso y descentralización sobre eventos que tienen lugar en el mundo real. Se distribuye en muchos nodos, como una cadena de bloques, pero obtiene datos a través de múltiples APIs sobre un mismo tema y proporciona una prueba computacional definitiva de los eventos que monitorea a través de esas APIs.
Cuando determina que ha ocurrido un evento, el oráculo envía esa información al contrato inteligente. Un acuerdo no puede tener lugar entre dos partes que no estén de acuerdo sobre lo que es verdad, así que el papel del oráculo es permitir que los contratos inteligentes conozcan la información que necesiten del mundo real, para saber cuándo tiene lugar un evento y desencadenar cualquier acción que se requiera.
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