Según el Foro Económico Mundial, el mercado de inversiones alternativas se estima en 23 billones de dólares, y nuevas formas de crowdfunding son uno de los principales motores de la inclusión financiera en las economías desarrolladas. Por inversiones alternativas entendemos las opciones de inversión que quedan fuera del ámbito de las categorías de inversión convencionales, como los fondos de inversión, las acciones cotizadas o el dinero líquido. Hablamos de capital riesgo, private equity, arte o bienes inmuebles. Todos ellos son tipos de activos tradicionalmente ilíquidos que atraviesan una revolución gracias al nuevo método de crowdfunding de emisión de activos basado en blockchain.
Este tipo de crowdfunding se conoce como Security Tokens Offerings (STOs) o, como se denomina más ampliamente en la industria del blockchain, Activos Digitales. Dicha tecnología está impulsando la oferta de oportunidades para que el inversor minorista medio pueda acceder a productos de inversión privados, novedosos y hasta ahora fuera de su alcance.
Según BNY Mellon, solo el 30% de los inversores minoristas tiene 45 años o más, y el 74% de ellos invertiría con mayor frecuencia si tuviera más oportunidades de aprender a invertir. Además, el 70% de ellos cree que podría hacerlo tan bien como los inversores profesionales, lo que concuerda perfectamente con la posición del Foro Económico Mundial de que, ya sea por preferencia personal o por necesidad, los inversores minoristas están asumiendo cada vez más el control de su futuro financiero.
Esta tendencia supone un alejamiento de la dependencia convencional del experto financiero y de soluciones respaldadas por instituciones públicas, apuntando a la democratización de los mercados de capitales y el potencial de facilitar una mayor generación de riqueza a escala mundial, liderada por el crowdfunding basado en blockchain. De hecho, la tendencia a la democratización del mundo de la inversión se mantiene incluso ante la actual incertidumbre macroeconómica.
La democratización del mercado de inversión que el crowdfunding y los activos digitales están permitiendo supone una tendencia positiva que abre la puerta a que los minoristas tomen decisiones financieras más matizadas, contribuyendo a hacer de la inversión una herramienta inestimable que les ayude a acumular un patrimonio sostenible. Aunque este acceso más amplio a las oportunidades debe ir acompañado de infraestructuras y salvaguardas adecuadas, la educación es un componente clave de la democratización de la inversión.
Pero a pesar de los últimos avances y del potencial del crowdfunding como herramienta de inclusión, una realidad de la inversión es que la mayoría de la gente no ha recibido la educación financiera necesaria para saber cómo y dónde invertir con seguridad. Puesto que el objetivo es fomentar la inclusión inversora manteniendo el sentido de la responsabilidad y la prudencia, el fomento de la educación financiera desde una edad temprana es uno de los pilares claves propuesto por el Foro Económico Mundial.
Junto a las mejoras en acceso educación, el tercer pilar de la democratización es la confianza. Los pequeños inversores estarán dispuestos a invertir en servicios cuando perciban que las instituciones y los proveedores realmente actúan en su interés. La confianza es primordial en el mundo de la inversión, y se convierte en la piedra angular de cualquier relación fructífera entre inversores e instituciones financieras.
Estamos ante los comienzos de una revolución en la que el empoderamiento financiero no se convierte en la excepción, sino en la norma. Por eso Token City fomenta la inclusión financiera permitiendo el acceso a inversiones alternativas a través del crowdfunding basado en blockchain. Ha llegado la hora de que permitamos a los inversores minoristas participar en el viaje transformador que está viviendo el mundo de las finanzas.
Puedes conocer más información sobre la democratización de las inversiones leyendo el informe de BYN Mellon y el Foro Económico Mundial sobre el futuro de los mercados de capitales.
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